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CÓMO COMPAGINAR ILUSIÓN Y MAGIA CON CORDURA Y SENSATEZ

María vuelve del colegio con su hija Andrea y la pequeña, como siempre, no para de hablar, hablar y hablar. En un momento le ha contado todo lo que ha hecho durante el día, pero de repente se para, aprieta la mano de María y dice: “Mamá, hoy sin falta tenemos que escribir la carta a los Reyes Magos”.

En ese momento a María se le viene a la cabeza la imagen del año pasado, el árbol de Navidad repleto de regalos y Andrea entrando en el salón entusiasmada para abrir sus paquetes, en total, 10 con su nombre. Dos horas más tarde, Andrea le pide a María que le ponga dibujos en la tele.

Entonces, María se da cuenta de que algo está haciendo mal. ¿Cómo es posible que su hija en la mañana de Reyes, con 10 regalos, le pida ver la televisión?

Este relato ficticio, en realidad se repite en muchos hogares con niños. Y es que tanto, psicólogos como pedagogos lo tienen claro: el exceso de juguetes devalúa el regalo, provoca aburrimiento y es poco educativo. El exceso de presentes es negativo para una buena educación: es tan malo que no reciban nada como que lo reciban todo. El exceso de regalos puede producir en los niños: sobreestimulación, pérdida de la ilusión, bajo nivel de tolerancia a la frustración, limita la fantasía y desarrolla antivalores.

ENTONCES, ¿QUÉ SE PUEDE HACER?

En primer lugar, acotar el número de regalos y establecer límites. Pueden ser tres, cuatro o incluso cinco, pero lo fundamental es que padres, abuelos y el resto de la familia prioricen la cordura y busquen el lado educativo de los regalos.

Una de las claves está en dosificar: por un lado, las entregas (y con ello la ilusión) entre los días de Papa Noel y Reyes Magos –según las tradiciones de cada familia-, y coordinarse entre padres, familiares o abuelos antes de la compra de cualquier regalo. Por otro lado, y si a pesar de todo, hay demasiados regalos, guardar alguno para el resto del año.

Y otra opción, no menos importante, es despertar en el niño el deseo de compartir. La Navidad es una época de ilusión y alegría, por lo que es el momento perfecto para enseñarles a los niños a valorar otras cosas más allá de los regalos. Hablar de otros niños que no tienen tanto como ellos y animarle a donar algunos de los juguetes que ya no usa y que estén en buen estado.

Por último, también se puede aprovechar estas fechas para pasar tiempo juntos, planificar actividades de ocio en familia, como ir al cine, al teatro, al zoo o simplemente dar un paseo.

lazo

¡¡¡¡MUCHAS VECES, TU TIEMPO ES EL MEJOR REGALO QUE LE PUEDES HACER!!!!

lazo

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