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Qué hacer cuando te angustia el picor y malestar de tu hijo.

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad de la piel recurrente, caracterizada por lesiones en forma de enrojecimiento, picor intenso y sequedad. Su incidencia se ha incrementado sustancialmente, de 2 a 5 veces, a nivel mundial en los últimos 20 años. El estilo de vida occidental, el aumento de la edad materna, la polución, el tabaquismo o los cambios ambientales que están sucediendo, así como la exposición temprana a pólenes, ácaros o alérgenos, están facilitando la extensión de esta enfermedad en personas genéticamente susceptibles. Afecta a un 10-20% de la población infantil, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Con los cambios de temperatura y de estación (sobre todo en primavera y otoño) la enfermedad se torna más severa y la aparición de brotes agudos es más común.

Consejos práctico

Tener un hijo con dermatitis atópica puede ser angustiante y preocupante, especialmente una vez que empieza a asistir a la guardería o al colegio.

1. PREPÁRATE PARA PREVENIR
Un brote puede ocurrir en cualquier momento, pero mediante la combinación de una buena observación y el tratamiento adecuado puede ser posible reducir el número al mínimo. Escribe en un diario cuándo y dónde aparecen los brotes. Busca una relación entre la aparición de los brotes y lo que tu hijo ha hecho o dónde ha estado, para intentar identificar los desencadenantes de la aparición.

2. INFORMA EN EL COLEGIO
Informar al profesor o en la guardería sobre el eccema de tu hijo y sobre los pasos que estás tomando para evitar la aparición de brotes puede ser muy importante, ya que permite la posibilidad de ayuda.

3. ELIGE BIEN LA ROPA
Es recomendable que la ropa en contacto con la piel sea de algodón. Las etiquetas de las prendas pueden ser una causa de la irritación y deberían cortarse siempre que se pueda. El uso de detergentes líquidos o en polvo que sean hipoalergénicos.

4. CONCIENCIA A TU HIJO
Al hacerse tu hijo más mayor, será más importante que empiece a tomar control en el manejo de su eccema.

5. EVITA EL RASCADO
Hay que evitar el rascado ya que se entra en un círculo vicioso: me pica, me rasco y me pica más, que puede conducir a la aparición de infecciones y enfermedades secundarias. Mantener cortas las uñas de las manos y de los pies de tu hijo ayudará a que se minimice el daño que la piel sufre debido al rascado.

6. TEN EN CUENTA LAS ESTACIONES DEL AÑO
Las diferentes estaciones del año pueden suponer distintos retos para los niños con eccema.

7. HIDRATA, HIDRATA, HIDRATA
El uso frecuente de cremas hidratantes puede ayudar a prevenir la sequedad de la piel y que se cuartee. Habla con tu pediatra o enfermera sobre las diferentes cremas hidratantes disponibles y cuál podría ser la más adecuada para tu hijo. Existe una gran variedad de presentaciones, desde cremas hasta geles y pomadas.

8. VIGILA LA ALIMENTACIÓN
Ciertos alimentos pueden desencadenar la aparición de eccema. Leche, huevos, cítricos, chocolate, cacahuetes y algunos colorantes son los alimentos más problemáticos.

9. A LA HORA DEL BAÑO
Una buena higiene evita que la piel se contamine con bacterias. El baño ha de ser corto, con agua poco caliente y usando un jabón suave especial para pieles atópicas. Secar la piel sin frotar.

10. TRATAMIENTO
Debe ser supervisado siempre por el pediatra o dermatólogo. En la actualidad hay numerosos tratamientos que pueden ayudar a tu hijo a vivir plenamente. Algunos de estos tratamientos están diseñados para usarse de forma regular para evitar la aparición de brotes, mientras que otros se usan durante un periodo de tiempo más corto para tratar el brote y ayudar a que la piel sane. Cada niño es diferente y encontrar el tratamiento adecuado o una combinación de tratamientos para tu hijo puede llevar algún tiempo.

Para más información puedes consultar la página web de la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica. www.adeaweb.org.

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