- Oct 14, 2016
- By Planeta
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OTOÑO Y “LOS MOLESTOS AMIGUITOS INSEPARABLES DE NUESTROS PEQUEÑOS”: MOCOS, TOS, FIEBRE…
I. MEDIDAS PREVENTIVAS
Llega el otoño y, como todos los años, viene acompañado de los resfriados o procesos catarrales que afectan especialmente a los más pequeños de la casa. E inevitablemente, los padres nos preguntamos: ¿Por qué se resfrían tanto? ¿Podemos evitar los resfriados?
Lo primero de todo que tiene que quedar claro es que Ni los cambios de temperatura NI la exposición al frío son los responsables directos de los catarros; los culpables son los VIRUS.
Los más pequeños de la casa tienen un sistema inmunológico inmaduro, por lo que se contagian de más virus que los adultos. El primer año de guardería o de colegio es cuando se acumulan más episodios de infecciones respiratorias altas, sobre todo si el niño tiene menos de dos años. Mientras que un adulto experimenta entre dos y cuatro resfriados al año, en el caso de los más pequeños pueden sufrir hasta diez episodios anuales, según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Los resfriados son infecciones de las vías respiratorias superiores y son el resultado de más de 200 virus distintos. Los síntomas varían en función del tipo de virus responsable, pero en general, para los niños en edad preescolar, los más habituales son los mocos, la tos, el dolor de garganta, la fiebre, la irritabilidad, el dolor de cabeza y la reducción del apetito.
Estos síntomas pueden tener diferente duración en el tiempo. La fiebre generalmente se mantiene de 1 a 3 días. Los mocos y el dolor de garganta desaparecen en una semana a 10 días. La tos puede persistir de 2 a 3 semanas, por lo que nos hace pensar a los padres que el niño no desecha el resfriado y está siempre enfermo.
DIEZ MEDIDAS PARA PREVENIR LOS RESFRIADOS
NOTA: En las siguientes entregas abordaremos en profundidad síntomas como la TOS, los MOCOS o la FIEBRE.