QUÉ HACER SI LA VACUNA LE PRODUCE REACCIÓN A TU HIJO

Generalmente los efectos secundarios de las vacunas son leves o moderados y no dejan secuelas permanentes. Pueden ser reacciones locales, bastante frecuentes, y reacciones sistémicas, que suelen aparecer en sólo un 10% de los casos.

1. Reacciones locales a las vacunas: dolor, tumefacción y enrojecimiento en el lugar de la punción que aparece durante las primeras 48 horas y remiten al cabo de uno o dos días.

CONSEJO: Aplica sobre la zona compresas frías o hielo envuelto en un pañuelo, así le aliviarás el dolor y ayudarás a que baje la inflamación. Si ves que se le inflama mucho (más de cinco centímetros) o se forma un absceso (inflamación, enrojecimiento y pus), llevar al niño al médico.

2. Reacciones sistémicas de las vacunas: la más habitual es la fiebre, especialmente tras la triple vírica. Dependiendo de su intensidad, se recomendaría el uso de antitérmicos y revisión pediátrica, especialmente cuando la fiebre se mantiene más de 24-48 horas.

ADVERTENCIA: no se debe administrar el antitérmico como medida para prevenir la fiebre o el dolor antes de vacunarlo o inmediatamente después porque según estudios, el paracetamol puede disminuir el efecto protector de la vacuna si se administra al mismo tiempo que ésta.

3. Otras reacciones comunes incluyen irritabilidad, dolor muscular, malestar general, cefalea, vómitos, diarreas y erupciones cutáneas de breve duración.

SIEMPRE APLICAR EL SENTIDO COMÚN: si usted piensa que su hijo está experimentando una reacción persistente o seria, lo más conveniente es acudir al médico inmediatamente.